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sábado, 12 de octubre de 2013

Descripción Gral. de la Abeja


Anthophila


Los antófilos, (Anthophila, gr. "que ama las flores") conocidos comúnmente como abejas, son un clado de insectos himenópteros, sin ubicación en categoría taxonómica, dentro de la superfamilia Apoidea. Se trata de un linaje monofilético con más de 16.000 especies conocidas de abejas.

Las abejas al igual que las hormigas evolucionaron a partir de avispas. Los antepasados de las abejas eran miembros de la familia Crabronidae y eran depredadores de insectos. Es posible que las primeras abejas se hayan alimentado del polen que cubría a algunas de sus presas y que gradualmente hayan empezado a alimentar a sus crías con polen en vez de insectos.

Hay muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes excepto en la Antártida, están en todos los hábitats donde hay plantas con flores (magnoliofitas o angiospermas). Están adaptadas para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como material energético. La especie mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada "abeja". Esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos. Sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir que no forman enjambres. Existen también un número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias, por ejemplo los abejorros. Estas colonias no llegan a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.

Polinización

Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores o magnoliófitas. Se calcula que la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas. La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos tipos: scopas o corbículas. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de plantas, otras son generalistas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies, largos vuelos de hasta 12 km.

 

Evolución

La abeja fósil más antigua conocida (encontrada en ámbar de Birmania y descrita en 2006) pertenece al Cretácico temprano, presenta caracteres muy primitivos que la relacionan con las avispas. Se la denominó Melittosphex burmensis y se calcula que su edad es de alrededor de 100 millones de años.2 Tiene caracteres especializados, apomorfias, típicos de Anthophila o sea de abejas, pero además conserva dos caracteres ancestrales o plesiomorfias de las patas (dos espolones tibiales y un basitarso delgado), éstos son caracteres de transición entre las abejas y otros grupos de himenópteros. Otra abeja fósil descubierta en ámbar es Cretotrigona prisca de Nueva Jersey, Estados Unidos; su edad se calcula entre 65 y 75 millones de años, a fines del Cretácico o sea alrededor de 30 millones de años más reciente que Melittosphex burmensis. Es un miembro de la subfamilia Meliponinae en la familia Apidae y es considerada una especie más avanzada evolutivamente.

Los primeros polinizadores no fueron abejas sino escarabajos y/o moscas, es decir que el síndrome floral de polinización ya estaba bien establecido cuando aparecieron las abejas. Lo importante es que éstas desarrollaron especializaciones o adaptaciones a esta función lo que las llevaron a ser los polinizadores más eficientes de las flores. Es posible que la aparición de estas adaptaciones haya motivado o contribuido a la radiación adaptativa de las plantas con flores (Magnoliophyta), contribuyendo a su vez al aumento de la biodiversidad de las abejas

De los grupos vivientes se considera que Dasypodaidae es el más primitivo y que es el taxón hermano de todas las otras abejas. Anteriormente se creía que Colletidae era el grupo basal por tener una lengua corta, considerada primitiva por ser similar a la de las avispas, pero hoy en día se piensa que se trata de evolución convergente y no una condición plesiomórfica.

 El Ciclo de Vida de las Abejas
El ciclo de vida de una abeja comienza cuando la reina de la colonia pone sus huevos dentro de las células individuales de un panal de cera. Las reinas almacenan más de cinco millones de espermatozoides dentro de sus cuerpos, lo que les permite poner huevos durante toda su vida después de un único vuelo nupcial. Cuando los huevos eclosionan, los huevos que fueron fertilizados se convierten en obreras y lo huevos no fertilizados se convierten en zánganos (abejas machos). Es responsabilidad de la reina poner suficientes huevos fertilizados para producir una fuerza laboral que pueda sostener a la colonia.

Las abejas pasan a través de cuatro etapas de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos de las abejas miden aproximadamente un milímetro de largo. La reina examina sus huevos antes de ponerlos uno junto a otro en el centro de los panales de cera, con polen alrededor de ellos. Las reinas pueden poner hasta 2.000 huevos por día durante toda la primavera. En cuanto las reinas envejecen, el número de huevos que ponen disminuye significativamente. También pueden llegar a no ser capaces de colocar los huevos en proximidad a otros, lo que resulta en panales irregulares de cera.

Después de tres días, los huevos eclosionan en larvas que no tienen ojos, alas, patas o antenas. Algunas abejas de la colmena serán las responsables de alimentar a las larvas con una combinación de polen y miel. Seis días después de haber eclosionado como larvas, pasan a la tercera etapa de desarrollo: tejen capullos y permanecen en ellos por siete ó diez días más, al final de los cuales emergen como abejas adultas.  Como las hormigas, las abejas recién nacidas adquieren responsabilidades diferentes que contribuirán a la supervivencia de la colonia.



Apis mellifera (abeja doméstica)

 

La abeja europea, también conocida como la abeja doméstica o melífera lleva el nombre científico de Apis mellifera. Es la especie de abeja con mayor distribución en el mundo. Originaria de Europa, África y parte de Asia, fue introducida en América y Oceanía. Fue clasificada por Carolus Linnaeus en 1758. A partir de entonces numerosos taxónomos describieron variedades geográficas o subespecies que, en la actualidad, superan las 30 razas, si bien las mezclas y cruzamientos con el afán de aumentar la productividad, hacen que los diversos eco tipos se homogenicen.  

El caso más llamativo de hibridación es la abeja Buckfast, resultado de diferentes cruzamientos de subespecies de la abejas melíferas occidental (Apis mellifera). El Hermano Adán, Karl Kehrle, a cargo de la apicultura de la Abadía de Buckfast (Inglaterra), realizó numerosos cruzamientos que dieron lugar a esta abeja resistentes a enfermedades creando un vigoroso híbrido, conocido en la actualidad como la abeja de Buckfast entre apicultores. Esta selección, contiene caracteres especialmente de dos raza ligustica y mellifera. Este híbrido tiene genética de Apis mellifera sahariensis y Apis mellifera carnica. En Francia, el 15 % de los apicultores utilizan abejas Buckfast, principalmente en el norte y este. La sustitución natural de la reina es menor en los híbridos que en abejas de líneas puras. En la producción de jalea real se utilizan híbridos de caucasica x ligustica o de ligustica x con mayor distribución en el mundo. Originaria de caucasica. Hay apicultores que cruzan abeja Bucfast con razas de Apis mellifera

Así, hay autores que hablan de la Apis mellifera mellifera que ocuparía toda Europa occidental (excepto Italia), pero también hay otros que hablan de abeja ibérica e incluso de eco tipos cantábricos, mediterráneos...

La raza de abeja melífera más criada en el mundo, es la Apis mellifera ligustica o abeja italiana, de una tonalidad amarillenta (parecen avispas). Su principal valor es la  mansedumbre (casi no pican), además es muy prolífica. En España, muchos han sido los intentos de introducirlas en los apiarios profesionales, pero todos han fracasado, debido unas veces, a las diferencias de manejo con la abeja ibérica, y otras, porque la propia abeja ligustica se ha ido "disolviendo" entre las ibéricas, hasta desaparecer.

Distribución de la Abeja a Nivel Mundial y en la República Dominica.

Muchas especies de abejas recogen el néctar que luego convierten en miel y lo almacenan como fuentes de alimento. Sólo las abejas que viven en grandes colonias almacenan cantidades de miel considerables; entre éstas tenemos: las abejas del género Apis (abejas melíferas), Trigona y Melipona (Meliponas) que la gente ha aprendido a conocer con el pasar del tiempo como productoras de miel. Hasta el siglo XVII la miel de abeja era la única sustancia dulcificante comúnmente disponible.

Las abejas melíferas más ampliamente usadas son las razas europeas de Apis mellifera, una especie de abeja que se encuentra también de África y el Medio Oriente. Las abejas melíferas no son originarias de las Américas, Australia, Nueva Zelanda ni de las islas del Pacífico, pero durante los últimos cuatro siglos han sido introducidas razas europeas en todas estas Regiones. Durante los últimos 30 años, su uso en Asia ha aumentado.

Los materiales y tecnologías de la apicultura son conocidos por haber sido utilizados con las razas de abejas melíferas de origen europea. Y la mayor parte de los estudios sobre las abejas se refieren a esta especie.

África
Las Apis mellifera originarias del África tropical son un poco más pequeñas que las europeas y su comportamiento es muy diferente. Son mucho más sensibles al peligro y salen de los panales para defenderlos. Las abejas melíferas tropicales tienden más a abandonar sus nidos o colmenas cuando son importunadas porque la posibilidad de sobrevivir es mayor en los climas tropicales. En algunas Regiones los enjambres de abejas melíferas emigran estacionalmente. Es importante tener en cuenta estos factores en la crianza de abejas en las zonas tropicales.



Asia
Hay muchas especies de abejas melíferas originarias de Asia. Algunas pueden ser criadas en colmenas, otras construyen panales individuales al abierto y no pueden ser criadas en colmenas. Los cazadores de miel saquean estos panales en búsqueda de su precioso néctar. En Bangladesh, India y Nepal, por ejemplo, la mayor parte de la miel proviene de la recolección de los panales silvestres.

Las Américas
No hay razas de abejas melíferas originarias de las Américas. Su nicho ecológico está ocupado por muchas diferentes especies de abejas sin aguijón que fueron, y en algunas áreas todavía son, explotadas por su miel que es de particular importancia por sus propiedades medicinales. No sabiendo nada de estas abejas indígenas, los colonizadores europeos llevaron abejas europeas al nuevo continente, sobre la base de las cuales se empezó a desarrollar la industria. En 1956 fueron introducidas algunas reinas de Apis mellifera africana en Brasil. Estas abejas sobrevivieron mejor en el Brasil tropical que sus predecesoras europeas, volviéndose en poco tiempo dominantes. Son conocidas como 'abejas asesinas' por los medios de información y se han extendido a lo largo de América del Sur y Central y el sur de los Estados Unidos. Presentan muchas de las características de las abejas melíferas africanas, lo que ha producido un cambio necesario en la gestión de las actividades de apicultura, en la búsqueda de mejores rendimientos para los apicultores.

República Dominica
Se presume que la abeja fue introducida al Continente Americano a través de la isla de Santo Domingo durante la colonización, en el cuarto viaje de Cristóbal Colón, aunque otros aseguran que fueron los Padres Dominicos en el 1536. Estas abejas eran de la raza Negra Holandesa. Rápidamente las abejas se fueron extendiendo por toda la isla limitándose su explotación al método rústico practicado en huecos de árboles y en barriles hechos en tablas o trozos de palmeras. La actividad productiva consistía en la simple obtención de miel y cera mediante un proceso manual.   La modernización de la apicultura de la República Dominicana se inició a partir de los inicios del Siglo XX, en la común de Baní, en la Región Sureste del país. Posteriormente,  en Montecristi, en la Región Noroeste del país, se introdujeron los primeros equipos apícolas por el Señor José Manuel Mena Castro en el año 1927, quien apenas diez años después ya participó en una Feria de la Miel en París, Francia donde ganó medalla de oro con una miel de color oscuro.

Un Vistazo a la Industria
Según el Censo Agropecuario realizado por la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA) en 1998, existen en el país unos 5,000 apicultores con un total de 74,654 colmenas, de las cuales aproximadamente el 40% son rústicas.   

No se puede precisar la fecha exacta de introducción de otra raza de abejas, la Italiana, pero en la actualidad predomina un híbrido entre esta y la Holandesa introducida inicialmente, que se caracteriza por su gran mansedumbre. Hasta el momento no se han detectado indicios de africanización. 

En mayo de 1980, se inició en la República Dominicana la producción comercial de polen. En 1983, se produce por primera vez en el país jalea real a nivel comercial. En 1986, se inicia la utilización del propóleos comercialmente. Pero en sentido general, la producción apícola se concentra en miel y cera. Hasta principios de la década de 1980 las colmenas de la República Dominicana se consideraban como libres de  enfermedades de importancia económica.

A partir del 1983 se realizaron investigaciones que confirmaron algunas enfermedades tales como la Nosemosis en 1985, Loque Europeo en 1986, las Micosis  (Cría de Cal y Cría de Piedra) en 1987, y más recientemente, en 1998 se identificó la Pseudomonosis. Hasta el presente no se ha confirmado la presencia de Loque Americano. 

En 1995 se diagnosticó la Varroasis, considerado el principal problema sanitario de la apicultura dominicana, la cual redujo en un 50% la población de abejas del país en los primeros años de su aparición.   En un muestreo sanitario nacional, realizado en el 1999 por el Laboratorio Veterinario Central (LAVECEN) y la Dirección General de Ganadería (DIGEGA) con el apoyo económico del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal, Inc. no fue aislado el Loque Europeo y se detectó una carga muy leve de Nosemosis, manteniéndose latente en una limitada zona alta del sur del país. Este trabajo se coordinó a través de la Red Apícola Dominicana (REDAPI). 

Funciones Principales de La Abeja
  Las abejas son insectos sociales, quizás de los más organizados del mundo animal, pertenecen al grupo de los himenópteros, al que también pertenecen las hormigas y las avispas. Vive en todas partes del mundo, salvo en las regiones donde el invierno es demasiado frío. Existen numerosas especies de abejas, pero la que llamamos abeja de la miel lleva el nombre científico de Apis melífica.

Viven en las colmenas formando colonias de entre 5.000 y 50.000 pudiendo llegar a 70.000 individuos en régimen de comunidad; toda su vida la dedican al buen funcionamiento y supervivencia del enjambre. Se llama enjambre al conjunto de abejas obreras con los zánganos y la reina.
Colmena es el habitáculo donde vive el enjambre.

Existen tres tipos de individuos que componen el enjambre de abejas:
Cada enjambre consta de una sola reina, una cantidad relativa de zánganos y el resto mayoritario, abejas obreras. En el interior de la colmena cada individuo tiene diferentes tareas que realizar.

La abeja reina, es única por colmena, solo ella es fecundada, es la encargada de la reproducción y mantiene unido el enjambre con la emisión de feromonas específicas. Todas las abejas y zánganos de la colmena son descendientes de la reina de ese enjambre. Es alimentada con jalea real y atendida por las abejas nodrizas de su cohorte desde la puesta del huevo hasta el final de su existencia, pudiéndose dilatar hasta los cinco años.

El zángano, es la abeja macho, no tiene aguijón y su función es estar disponible para fecundar a las reinas de otras colmenas o a la suya propia. Empiezan a nacen en primavera de huevos no fecundados y desaparecen en el otoño. El zángano no se alimenta por sí mismo, lo alimentan las abejas con néctar, miel y polen, su expectativa de vida es un poco superior a la de las abejas obreras.
Las abejas obreras son el grupo mayoritario del enjambre, son abejas hembra que tienen atrofiado el aparato reproductor y dedican toda su existencia a perpetuar la especie cuidando de la colmena, atendiendo y alimentando a la reina, fabricando cera para construir los panales, limpiando la colmena, trayendo néctar, agua, polen, resinas balsámicas y defendiendo la colmena de los intrusos además de otras tareas especializadas en función de la edad. Las abejas se alimentan de néctar, miel y polen, su expectativa de vida está entre 40 y 50 días según la actividad y de tres meses en la invernada.

Preferencias Florales Según la Especie. En Particular de la Apis Mellifera.

Las plantas que las abejas utilizan para producir miel se denominan plantas melíferas al igual que las abejas productoras de miel que también son conocidas como abejas melíferas. Se conoce también como plantas melíferas a aquellas que, además de miel, proporcionan a las abejas polen, propóleos y mielada. Por otra parte, las plantas que especialmente producen polen de abeja se las conoce como plantas poliníferas.

Las plantas melíferas son plantas adaptadas a las abejas. Podríamos decir que existe una simbiosis mutua entre este tipo de plantas y las abejas dado que los dos organismos vivientes se aprovechan mutuamente. Las abejas obtienen el preciado néctar de los nectarios de las flores y las plantas melíferas consiguen una mayor polinización y, por lo tanto, una mayor facilidad para propagarse. Para conseguir estos objetivos tanto las abejas como las flores han producido una serie de adaptaciones. Las abejas disponen de unos pelos especiales en el abdomen o en las patas donde enganchan el polen.

Para un acceso más fácil al néctar, las flores han desarrollado formas grandes y vistosas para que las abejas las vean mejor cuando se acercan y olores específicos para que las puedan detectar desde lejos. El néctar de las flores es rico en azúcares, sales minerales, esencias y aceites. Contiene también enzimas, vitaminas, La mayoría de las flores poseen la forma adecuada para que los insectos polinizadores puedan acceder al néctar fácilmente y, al mismo tiempo, evitan que otros posibles depredadores puedan acercarse.
Dado que las flores deben disponer de polen para la polinización y para alimento de los polinizadores, muchas plantas polinizadoras fabrican muchos estambres con anteras grandes y llenas de polen. Las estepas, las clivias, las azucenas, las amapolas son ejemplos de flores con estambres grandes y abundantes.

La capacidad de adaptación de las flores para atraer las abejas polinizadoras ha desarrollado en algunas plantas como las orquídeas flores tan espectaculares como las llamadas abejeras ( Ophrys spp..) , las cuales presentan forma de abeja para atraer a estos insectos. En estos casos las abejas se sitúan encima de la flor porque creen que se trata de una abeja y tienden a copular con ella. Se trata de una flor que “ engaña” a la abeja sin ofrecerle nada a cambio.

Entre Todas las Plantas Melíferas, se Pueden Destacar las Siguientes
·      Adelfa. Nerium oleander L.
·      Manzano. Malus domestica.
·      Eucalipto. Género Eucalyptus.
·      Azalea. Rhododendron
·      Citrus sinensis. Naranja
·      Citrus x limon. Limón
·      Citrus x aurantifolia. Lima.
·      Origanum vulgare. Orégano
·      Thymus vulgaris. Tomillo
·      Rosmarinus officinalis. Romero
·      ciruelo. Hay varias especies
·      cerezo. Hay varias especies
·      Prunus persica. duraznero
·      Prunus armeniaca. damasco o albaricoque
·      Prunus dulcis. almendro
·      Rubus ulmifolius. Zarzamora.
·      Quercus ilex. Encina.
·      Ulmus minor. Olmo.
·      Lavandula angustifolia. Lavanda común.
·      Lavandula spica. Espliego.
·      Vicia faba. Haba
·      Cucurbita. Zapallo
Plantas Preferidas por la Abeja (Apis Mellifera)



·         Alfalfa
·         Almendras
·         Diante de leon
·         Rosasias
·         Romero
·         Salvia
·         Borraja
·         Manzanilla
·         Nabo
·         Pepino
·         Eucaliptus
·         Treboles
·         Cardo
·         Girasol
·         Membrillo
·         Tomillo
·         Calendula
·         Melon
·         Sandia
·         Frutales
·         Acacio
·         Ligustrum
·         Cebolla



Caracterización Organoléptica de las Mieles y Aportes Energéticos.

Características Físicas, Químicas y Organolépticas de la Miel


Agua: El contenido de agua es una de las características más importantes porque influye en el peso específico, en la viscosidad, en el sabor, y condiciona por ello la conservación, la palatabilidad, la solubilidad y, en definitiva el valor comercial. Cuando el contenido en agua es superior al 18 %, la miel puede fermentar, cambiar el olor, el sabor y la apariencia tiende a cristalizar. Cuando la humedad está por debajo del 15 %, la miel tiene una viscosidad demasiado elevada lo cual obstruye su mejor manejo, además de cristalizar en una masa excesivamente dura.

Glúcidos: Los azúcares representan del 80 al 82 % del total. Los dos monosacáridos glucosa y fructosa constituyen el 85 al 95 % de los azúcares totales; en la mayor parte de las mieles la fructosa predomina sobre la glucosa. El contenido de sacarosa es generalmente inferior al 3 %.

Ácidos: Todas las mieles tienen reacción ácida (pH medio 3.9) debido a la presencia de ácidos orgánicos (algunos volátiles), ácidos inorgánicos (clorhídrico y fosfórico), etc. El componente más importante es el ácido glucónico que se forma de la glucosa por acción enzimática. Los ácidos son contribuyentes del aroma.

Prótidos: Son componentes escasamente representados y su presencia está ligada, al menos en parte, a los granos de polen que se encuentran en la miel. Las mieles de prensado, actualmente muy poco comunes, son obviamente más ricas en sustancias nitrogenadas. El contenido de las mieles centrifugadas en nitrógeno es de cerca del 0.4 % que corresponde al 0.26 % de proteína.

Sales minerales: Su contenido, siempre más bien modesto (0.1-0.2%) varía notablemente con relación al origen botánico, a las condiciones edaficoclimáticas y a las técnicas de extracción. El elemento dominante es el potasio seguido de cloro, azufre, sodio, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, silicio, hierro y cobre.

Vitaminas: Las vitaminas están presentes en cantidades mínimas y parece que provienen esencialmente del polen.
La miel contiene enzimas, tanto de origen vegetal como animal; las más importantes son la diastasa o amilasa que hidroliza el almidón en glucosa y la invertasa o sacarasa que hidroliza la sacarosa en glucosa, ambas son inestables al calor, sobre todo la invertasa, y se deterioran con el tiempo. Existe también una glucosidasa que transforma la glucosa en ácido glucónico, una catalasa y una fosfatasa.

Componentes diversos: La miel contiene una extremada variedad de componentes orgánicos, de algunos de los cuales no se conoce aún la naturaleza.  Las mieles mantenidas por algunos años a temperatura ambiente pierden el aroma natural y se vuelven muy semejantes entre sí por la presencia de productos de degradación, desagradables al paladar.

Aportes Energéticos
La miel ocupa un lugar valioso enel desayuno por el aporte energético, su agradable sabor y el aporte de micro nutrientes. Es suficiente el consumo de 20 gramos de miel para endulzar zumos, cereales o fibras en el desayuno, para comenzar el día con mayor energía y lucidez. Entre los componentes se destacan la glucosa y la fructosa que se absorven directamente en el tubo digestivo y aportan energía a los músculos esqueléticos. El "alimento de los dioses" como lo consideraban los griegos, es de gran valor nutricional para personas convalescientes de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, renales y durante el embarazo.      Los deportistas se benefician con el rápido aporte energético que efectúa la miel, mejorando su performance.

La miel es uno de los alimentos naturales más energizantes conocidos por su aporte de azúcares simples e hidratos de carbono, sustancias necesarias en caso de sufrir una hipoglucemia. La Miel y su aporte de energía rápida en casos de debilidad o hipoglucemia. La miel tan antigua como el mundo, ha representado uno de los alimentos-medicamentos más importantes de la humanidad, que ya los egipcios utilizaban para una gran cantidad de fines terapéuticos y de embalsamamiento, pero por sobre todo es uno de los alimentos naturales más energéticos que existe.
La miel es rica muy rica en hidratos de carbono, considerados como la fuente energética por excelencia del organismo, que durante la digestión se descomponen en glucosa, sustancia fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro.
 Los niveles de azúcar en la sangre determinan distintos estados anímicos, así cuando son bajos nos encontramos ante la hipoglucemia, condición en la que nos podemos sentir confusos o somnolientos, así como hacer que sea difícil de pensar.

 

Aporte de Energía de la Miel contra la Hipoglucemia


Si el nivel de azúcar en la sangre baja demasiado, puede incluso causar la pérdida de la conciencia, pero los hidratos de carbono contenidos en la miel equilibran dichos niveles proporcionando energía rápida para el cuerpo y para el cerebro, superando el desequilibrio orgánico.

Se puede tratar la hipoglucemia con el consumo de azúcares simples, que son digeridos con facilidad por el organismo o de forma inmediata, así el consumo de dulces, beber jugos de frutas o té con miel representan las maneras más simples de llevar azúcar a la sangre rápidamente. La miel se metaboliza rápidamente debido a que es una combinación de dos azúcares simples, fructosa y glucosa, por lo cual a su vez representa la forma más sana y natural de obtener energía inmediata, cuando sentimos agobio o agotamiento psicofísico, un poco de miel no hará sentir más alertas.

 Para tener en cuenta: Debemos saber que la hipoglucemia es un síntoma, no una enfermedad, siendo muy común entre los diabéticos, por un exceso de insulina o como un efecto secundario de los medicamentos. Es en este caso que resulta ideal la acción de la miel para subir rápidamente los niveles de azúcar en sangre.

Importancia de la Apicultura  a Nivel Económico y Agroforestal  en la República Dominicana.

No estamos hablando sólo de miel, ni siquiera de cera, propóleos o polen. Son las responsables de la polinización de muchas especies y por lo tanto de su conservación. Ya dijo Einstein que si la abeja desapareciera, el hombre sólo sobreviviría durante 4 años.

Cuidar de un colmenar es tan beneficioso para la naturaleza como plantar árboles. Las abejas pueden ayudar incluso a la conservación de los osos, no sólo por la miel que puedan extraer de los enjambres silvestres, si no también porque pueden aumentar, con su polinización, la producción de frutos silvestres.

Por otro lado, también es beneficioso para la agricultura, un medio que en ocasiones choca con la conservación de la naturaleza. Muchos cultivos, como los frutales, necesitan contratar la instalación de colmenas en sus cultivos para mejorar la producción. En los invernaderos, compran abejorros con el mismo fin.

También es beneficioso para el apicultor por la satisfacción personal y la rentabilidad. Personalmente, nosotros disfrutamos simplemente observándolas, aprendiendo cada día de ellas, maravillados con su comportamiento. La apicultura aporta a la economía y al medio ambiente. Al rededor de 4,500 apicultores están dedicado a esta actividad economía, agroecológica y pecuaria, que se mantiene en bajo perfil, pero de la cual dependen muchas familias dominicanas.
                                                          
En nuestra región contamos con una rica y variada flora. La cual agrega gran valor en vitaminas y minerales a la miel producida en la región nordeste. La República Dominicana posee microclimas suficientes para el desarrollar el potencial apícola del país y lograr un posicionamiento de primer orden en los mercados mundiales. De hecho países como Estados Unidos, Alemania y países del Caribe han sentido la calidad de nuestras mieles.

Además de la miel la colmena nos ofrece polen, propóleos, cera, jalea real, material vivo y otros subproductos que permiten un aprovechamiento óptimo la actividad apícola. Cabe destacar que el principal aporte de las abejas al medio ambiente lo realizan mediante la polinización. Asegurando la producción de un fruto con propiedades organolépticas optima, así también asegurando una semilla con capacidad para germinar y dar origen a una nueva planta.

Durante los últimos 4 años el país ha exportado a Estados Unidos y Puerto Rico más de un millón de kilogramos de miel. Estos avances en materia apícola se deben principalmente a la iniciativa de los propios apicultores que están despertando, aprovechando un material genético apícola de excelente calidad. Aunque las autoridades gubernamentales del sector agropecuario no le han dado la justa dimensión al subsector apícola nacional.



Conclusión

            Las abejas componen la superfamilia Apoidea, orden Hymenoptera. Las abejas se dividen en una serie de familias, en gran medida en función de las características de sus piezas bucales, y de otras difíciles de apreciar sin recurrir a la disección. Aunque en su mayoría tienen una apariencia característica que permite distinguirlas, las subdivisiones fundamentales de la familia Apoidea son las subfamilias.
           
            La abeja permiten la proliferación de muchas especies, que apoyan al hombre en su existencia.  Estas pequeñas criaturas lo que hacen es polinizar el 90% de los alimentos que consumimos en el mundo, según un estudio de la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). Es por esto que la creciente mortalidad de esta especie es preocupante para todos, pues se busca fomentar la crianza de la abejas para proteger el medio ambiente
Bibliografia